La demencia se puede detectar de forma temprana: una señal específica puede indicar quién está particularmente en riesgo.

Un estudio reciente sugiere una posible relación entre el envejecimiento visible de la piel y un mayor riesgo de desarrollar demencia. La investigación, publicada en la revista Alzheimer’s Research and Therapy, fue realizada por científicos de la Universidad Fudan (China), quienes destacan que las arrugas profundas, especialmente las llamadas “patas de gallo” alrededor de los ojos, podrían ser un indicador temprano de alerta.

Los investigadores identificaron que las personas con signos evidentes de envejecimiento cutáneo presentan hasta 2,5 veces más probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas en el futuro. Una de las posibles explicaciones apunta a la exposición prolongada al sol como factor que contribuye a este riesgo.

El estudio recopiló datos de 195.329 adultos con una edad promedio de 64 años. Al inicio, los participantes evaluaron cómo creían que los demás percibían su apariencia. Durante los siguientes doce años, se registraron 5.659 diagnósticos de demencia. Aquellos que percibían su aspecto como más envejecido mostraron un riesgo 61 % mayor de presentar deterioro cognitivo.

En una segunda etapa, los científicos realizaron fotografías de 612 personas para analizar con mayor precisión los signos faciales. Los resultados indicaron que los individuos con más arrugas alrededor de los ojos tenían más del doble de probabilidades de evidenciar problemas de memoria y pensamiento.

No obstante, los especialistas aclaran que se trata de un estudio observacional, por lo que no se puede establecer una relación directa de causa y efecto, sino únicamente una asociación estadística.

La demencia incluye diversos trastornos que afectan la memoria, el lenguaje y la orientación temporal o espacial. Aunque la mayoría no tiene cura, se estima que aproximadamente un 40 % de los casos, incluido el Alzheimer —el tipo más frecuente—, podrían prevenirse o retrasarse mediante hábitos de vida saludables.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 47 millones de personas viven con demencia en la actualidad, y se proyecta que esta cifra aumente a 75,6 millones en 2030 y alcance cerca de 135 millones para 2050.